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viernes, 29 de enero de 2016

GALLE. El corazón colonial de Sri Lanka.


Galle, Sri Lanka es el corazón colonial de la isla. A lo largo de la historia de la ciudad se ha distinguido por ser uno de los puertos más importantes de la antigua Ceylán, enriquecido por el comercio de especias y por ser uno de los puertos coloniales más importantes de Asia.
El actual encanto de Galle se debe a la colonización europea en los siglos XVII y XVIII, cuando, primero los portugueses y luego los holandeses, ocuparon esta ciudad, protegiéndola con murallas. Hoy en día, Galle se ha convertido en el perfecto ejemplo de fortaleza europea en el sur del continente, hasta tal punto que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.





Hoy en día, el principal atractivo turístico de Galle, Sri Lanka, es precisamente la esencia colonial que poseen sus calles. En el interior de Fort Galle, el fuerte que construyeron los holandeses tras expulsar a la guarnición lusa y que es a su vez el casco histórico de la ciudad, podrás sumergirte en el ambiente colonial de la antigua Ceylán.
En el interior de las murallas se puede respirar un ambiente colonial con callejuelas rodeadas de coloridos edificios que mezclan la inspiración europea con las tradiciones propias de la isla. No dudes en pasear junto a la muralla que se levanta frente al mar, donde se puede sentir la brisa marina y el olor de la sal en el aire.





Precisamente sobre estas murallas podrás encontrar a atrevidos muchachos que se dedican a realizar saltos acrobáticos para zambullirse en el agua. Un espectáculo emocionante que te dejará boquiabierto al contemplar la destreza y el coraje de estos saltadores.
En el interior de la fortaleza de Galle encontrarás alguno de los restaurantes más conocidos y turísticos de Sri Lanka, con una amplia oferta gastronómica. También, encontrarás en las calles de esta ciudad colonial tiendas de recuerdos, moda y museos que repasan la historia de la urbe y de todo el país.
Galle es también un pueblecito pesquero, donde te será fácil ver pequeñas barcas de vivos colores meciéndose sobre las olas o a los pescadores faenando encaramados a estacas sobre el agua en una de las costumbres más vistosas que encontrarás en Sri Lanka.




Galle, a apenas 100 kilómetros de Colombo, es el lugar ideal para terminar un circuito por Sri Lanka, absorbiendo la esencia colonial que, durante los siglos, ha tenido este puerto marítimo tan importante.









viernes, 22 de enero de 2016

MAPUTO. La ciudad de los mercados coloristas.


Maputo, la capital de Mozambique, es una ciudad diseñada con escuadra y cartabón. Sin embargo, aún quedan en su casco urbano espacios laberínticos en los que resulta sencillo perderse entre aromas y colores. Los mercados locales permiten zambullirse en un mar de tenderetes que ofrecen todo tipo de productos, una experiencia sensorial que permite conocer un poco más a fondo la vida urbana en África.
El núcleo urbano de Maputo suele denominarse ciudad de cemento, en contraposición a la ciudad de cañizo, aquella que conforman las zonas más humildes del extrarradio. Pero en medio de las rectas avenidas trazadas sobre plano por los portugueses, donde se empiezan a erguir grandes edificios, también se abren pedazos de esa otra ciudad donde el cemento deja paso a la madera y la chapa.




En estos mercados, destinados en su mayoría al público local, es posible comprar desde pescado fresco hasta cabello natural. Los vendedores colocan con mimo frutas, verduras y especias que componen un colorido mural bajo un mar de tejados de cinc desde el que resulta complicado llegar a ver al cielo.
Aquí también es posible contemplar todos los eslabones de la cadena productiva del pollo en pocos metros cuadrados. Los animales vivos se hacinan en jaulas sobre las que se apoyan baldes con ejemplares ya muertos y desplumados. En el puesto de enfrente, la parrilla humea completando el ciclo.
Dentro del Mercado do Povo (del Pueblo; Avenida Karl Marx), justo detrás del ayuntamiento, un plato de pollo con arroz y ensalada cuesta 120 meticales (unos 3 euros al cambio). A pocos minutos caminando desde ahí se encuentran los mercados Mandela I y II, así como el Mercado Central (Avenida 25 de Setembro), reformado hace pocos años para atraer a los turistas que visitan la capital. Dentro, al igual que en el resto, no falta la sección dedicada al cabello natural, muy cotizado entre las mujeres mozambiqueñas (una cabellera completa ronda los 150 euros).





También hay lonjas especializadas en productos concretos. Por ejemplo, el mercado de Peixe, situado en la avenida Marginal, nueva carretera que circunda la bahía de Maputo, es el lugar idóneo para disfrutar de una buena ración de marisco fresco a un precio razonable. Basta con escoger la pieza, negociar el precio con el vendedor y pagar un suplemento para tener el pescado limpio y cocinado a la brasa.




Para aquellos dispuestos a regatear por todo tipo de aparatos electrónicos, en elmercado de Estrela se puede encontrar tecnología punta a precios populares, aunque, eso sí, sin ninguna garantía. De hecho, es en este mercado donde acaban buena parte de los productos robados en la ciudad. Tampoco falta un mercado especializado en la juerga. En Museu, denominado así por su proximidad al Museo de Historia Natural (Rua dos Lusíadas), los puestos de fruta se mezclan con otros dedicados a licores y pequeños bares, que permanecen abiertos hasta altas horas de la madrugada.
Y si la experiencia con los mercados del centro sabe a poco, siempre queda la opción de salir a los barrios de la periferia de Maputo y conocer la otra cara de la ciudad a través de sus lonjas: precios más bajos y menos posibilidades de cruzarse con otros turistas.

Texto original: Mario Lambán







lunes, 11 de enero de 2016

ISLA REUNION. Pura acción volcánica.


En pleno océano Índico, esta isla es un sueño para los amantes del turismo de aventura y naturaleza. Su gran baza es la red de senderos que cruzan su geografía siempre verde.



Pese a estar rodeada de las cálidas aguas del Índico y de poseer algunas playas paradisíacas, el principal aliciente para venir a Reunión es la amplia gama de deportes de aventura que se pueden realizar en su exuberante naturaleza, especialmente en las áreas montañosas del interior que gozan de la protección propia de los parques nacionales de Francia y de los paisajes listados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 2010.
Bajo este estatus especial se encuentra el 40 por ciento de la isla, incluidas dos cumbres, tres circos y 300 especies vegetales endémicas. Otro de los grandes atractivos de Reunión son las cascadas y piscinas naturales dignas del paraíso terrenal que se encuentran a lo largo y ancho del territorio.
Una de las cascadas más accesibles es la del bassin Cormoran, a las afueras de St. Gilles Les Bains. El agua de este estanque está destinada al consumo humano, así que el baño está prohibido, pero el frondoso sendero que llega hasta aquí es muy agradable. Es muy normal encontrarse a reunionenses haciendo picnic junto al salto de agua.




La reserva marina
Las playas de St. Gilles Les Bains son de las pocas en las que está permitido bañarse, ya que cuenta con la protección de una barrera de coral que impide el paso de los tiburones del Índico, que ya se han cobrado más de una víctima entre los surfistas. La franja de costa que va desde aquí a L’Étang Salé Les Bains forma parte de la Reserva Natural Marina de la Reunión, creada para proteger el valioso y frágil ecosistema coralino que rodea parte de la isla.
Hacer uso de la red de senderos señalizados es la mejor manera de descubrir sus secretos. Las opciones son infinitas, desde caminatas de unas pocas horas a trekkings de varios días, haciendo noche en refugios de montaña. De todas las rutas, la más demandada es el ascenso al Piton de la Fournaise, el volcán más temido del Índico.
La sola aproximación a la montaña es ya un viaje a otro mundo. Según se gana altura se alcanzan unos páramos de belleza sublime con la cumbre picuda del Piton des Neiges, la cima de Reunión con sus 3.071 metros, al fondo. Llegar hasta el filo del cráter más activo no es fácil. Debe estar en forma como para aguantar continuos repechos sobre un suelo de lava duro e irregular y sin una sola sombra.





Cilaos, Salazie y Mafate
El otro punto de interés para los amantes de la naturaleza es el conjunto que forman los tres circos de origen volcánico en el corazón de la isla: Cilaos, Salazie y Mafate. Explorar cada una de ellas precisa, al menos, de un día entero, ya que el acceso al interior se hace por carreteras retorcidas.
La caldera de Cilaos, la más visitada, no fue habitada de manera permanente hasta mitad del siglo XIX. Hasta entonces, este circo inaccesible fue el refugio de esclavos a la fuga liderados por un tal Tsilaos. También Cilaos es un agradable pueblo criollo famoso por su establecimiento termal, sus jardines, su mercado de productos locales, pero sobre todo por ser la cabecera de al menos diecisiete rutas de senderismo adaptadas a todos los gustos y niveles.
Mención aparte merece el circo de Mafate, probablemente el único lugar habitado de la Unión Europea que no cuenta con accesos por carretera, imposibles de ejecutar por lo accidentado del terreno. Sus habitantes salen al mundo civilizado caminando o bien haciendo uso de un carísimo servicio de helicóptero que solo se usa para emergencias y para el abastecimiento mensual.









lunes, 4 de enero de 2016

DE LA “A” A LA “Z”. Ciudades desconocidas para descubrir en 2.016.

Un repaso a lo ancho y largo del Globo para recordarte algunos destinos que puede que todavía no tengas sellados en tu pasaporte. Destinia propone unos destinos muy apetecibles. El leitmotiv son capitales, aunque en algunos casos hemos aceptado pulpo como animal de compañía y hablamos de ciudades relevantes pero con un punto todavía misterioso. Eso sí, se exige tener alma aventurera, cierta pasión por el riesgo y eliminar cualquier prejuicio de la cabeza. ¡Empieza el viaje!

A: Antananarivo, (Madagascar). La tierra del baobab y los lémures te espera. Bienvenido a una ciudad donde la cultura malgache y los palacios coloniales conviven con las colinas sagradas de Imerina.


B: Basseterre (San Cristóbal y Nieves). Las culturas amerindia, africana y europea se funden en esta isla donde el Monte Liamuiga domina el paisaje y el ron está presente en todas las mesas.


C: Castries (Santa Lucía). Playas idílicas y los montes Pitons dan forma a este paraíso desconocido a tan solo 35 kilómetros de Martinica. Podrás navegar en las azules aguas de Marigot Bay o hacer esnórquel en la costa de Vigie Beach.


D: Dili (Timor Oriental). Destino ideal para practicar submarinismo y olvidarse del mundo en las paradisiacas playa de Cristo Rey y disfrutar de típicas casas tótem y bailes tebe-tebe. Si te gusta la historia, en el museo Chega! Exhibition podrás recorrer algunos de los pasajes más oscuros del país bajo la dominación de Indonesia.


E: Ereván (Armenia). Tierra de fortalezas milenarias e impresionantes construcciones comunistas, ha sido nombrada Capital Mundial del Libro por la UNESCO.


F: Funchal (Madeira). Un destino habitual para el turista portugués y que gracias a CR7 y a los numerosos cruceros que la visitan está cobrando protagonismo. Razones no le faltan: una ciudad cosmopolita y moderna, rodeada de una naturaleza exuberante y con muchas opciones para practicar surf y buceo en aguas cristalinas. El Atlantic Festival de junio es una excusa perfecta para acercarse.


G: Gdansk (Polonia). Es una de las urbes emergentes de Polonia, la sexta por número de habitantes y el gran puerto del país. En su precioso casco antiguo de origen medieval, el dios Neptuno, símbolo de la ciudad, adorna la Ruta Real de Gdansk. La Iglesia de Santa María y su gastronomía báltica completan su oferta turística.


H: Hanói (Vietnam). Ejemplo de reconstrucción y recuperación y epicentro cultural del país. Si quieres admirar un espectáculo ancestral, acércate al teatro de títeres en el agua (Water Puppet). ¿Cuándo es mejor ir? De enero a mayo y de septiembre a diciembre, cuando coincide con la época seca.


I: Innsbruck (capital de los Alpes). En el corazón del Tirol, sus atractivos de montaña se evidencian en que ha sido dos veces sede de los Juegos Olímpicos de Invierno. Conjuga un rico pasado histórico-arquitectónico con una vocación de modernidad. Amén de todos los deportes alpinos que se te ocurra practicar –en invierno y verano– puedes tomarte una copa en algunos de sus bares con vistas al cielo o acercarte a conocer el maravillo mundo de cristal Swarovski.


J: Johannesburgo (Sudáfrica). Conocida como “Igoli” o “lugar de oro” en zulú, nos encontramos ante la ciudad más grande y poblada de Sudáfrica, llena de vida, color y música. Su viejo mercado, Newton Precinct, hoy epicentro de la ciudad junto con el Museo de África, es uno de sus puntos turísticos más importantes. Tiene el zoológico más grande del país. En Soweto es de obligada parada el Museo Mandela y a unos 50 kilómetros de la metrópoli, encontramos la llamada Cuna de la Humanidad, unos yacimientos paleontológicos donde descubrir de dónde venimos.


K: Kobe (Japón). ¿Quién no ha oído hablar de su carne de talla internacional? El wagyu, un tipo de buey autóctono, es uno de los más codiciados por los gourmet. Pero esta ciudad tiene más alicientes como el templo sintoísta de Ikuta –sobre el que se fundó la ciudad–, la zona del puerto, el puente colgante de Akashi –el más largo del mundo–, el Meriken Park y el Museo Marítimo.


L: Liubliana (Eslovenia)- Se dice de esta capital que es la "Nueva Praga". Debido a su emplazamiento, cercano a los Alpes y al mar, podemos esquiar en altas montañas y bañarnos en la playa y todo en el mismo día.


M: Maputo (Mozambique). Entre el caos urbanístico de la capital se esconden cafés de corte vintage con bandas en vivo y mucho arte urbano; una catedral y una estación de tren ideadas por el mismísimo Eiffel; y una comida oriunda que ríase de un foodie –no se vayan sin probar los langostinos tigre.


N: Nicosia (Chipre). Aúna la arquitectura religiosa, católica, ortodoxa y musulmana como seña de identidad. En ella encontrarás mercadillos, mercados, anticuarios y mucha historia.


O: Ottawa (Canadá). Atravesada por el Canal Ride, salpicado por las torres de Kingston, Fort Henry y Four Martello, merecedoras del reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un imprescindible es el mercado ByWard, el más visitado del país.


P: Palikir (Estados Federados de Micronesia o Islas Carolinas): Ubicada en la isla de Pohnpei, es un destino ideal para surfistas y amantes del buceo y el esnórquel. Entre sus atracciones, las ruinas milenarias de Nan Madol levantadas sobre una serie de islas artificiales que le han valido el apodo de La Venecia del Pacífico.


Q: Quito (Ecuador). Como su propio nombre indica, se asienta en el mismo eje del Ecuador –Quito significa Tierra en la mitad del Mundo–y posee una fisonomía colonial que no te dejará indiferente. El centro histórico ofrece una impresionante arquitectura que se remonta al siglo XV. Fue la primera ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1978 por UNESCO.



R: Roseau (Dominica). La capital caribeña se encuentra entre los destinos favoritos para recién casados. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: aúna playas de escándalo, clima tropical y un entorno natural sublime, entre los que sobresale, a sólo 13 km, el Parque Nacional Momes Trois Pitons, un impresionante paraje Fitji). Bañada por las aguas del Pacífico, esta ciudad es sinónimo de playas increíbles, vegetación espectacular y un centro multicultural de arquitectura colonial. Presume de tener la carrera más importante del Sur del Pacífico, que el próximo año se celebra de 23 de julio. Una buena oportunidad de aunar turismo con deporte.


T: Tiflis (Georgia). Por sus baños de aguas sulforosas abiertos a horas intempestivas, por su sentido de lo clásico traducido en su Teatro de ópera y ballet (entre otras muchos monumentos), por su historia representada en mercadillos de antigüedades y por probar el “kheli sumeli” –una deliciosa especia autóctona– y sus vinos, conquistadores de Roma y Grecia. Por todo ello, viajemos a Tiflis.


U: Ulán Bator (Mongolia). Destino un poco aventurero donde comer yak y disfrutar del brutalismo arquitectónico soviético y de templos budistas. Allí pervive la figura del gran guerrero Gengis Khan que, cómo no, da nombre a la plaza central.


V: Valeta, La (Malta). En 2016 celebra el 450 aniversario de su fundación con la nueva cara que le ha dado Renzo Piano a la City Gate, la puerta principal de entrada. Una ciudad de cruzados que han dejado su huella en las calles.


W: Wellington (Nueva Zelanda). Aunque películas como El señor de los anillos la han puesto en el mapa, la capital neozelandesa tiene muchos secretos por descubrir. Una excusa perfecta es acercarse el 6 de febrero para vivir in situ la fiesta maorí Waitangi Day.


X: Xangri-lá (Brasil). No, no es una capital pero aceptamos pulpo como animal de compañía. Ubicada en el municipio brasileño de Rio Grande do Sul, sus 18 Km de costa marítima son quizá su mayor atractivo y la Plataforma Maritmica de Atlantida, el punto de interés más llamativo.


Y: Yakarta (Indonesia). Si te van las urbes fascinantes y caóticas, entonces Yakarta es para ti, con su combinación de exotismo, tradición y modernidad. Situada en la isla de Java, puedes deleitarte con su imponente Mezquita Istiqlal, su catedral gótica e ir de compras al Gran Mall y al mercado flotante.


Z: Zagreb (Croacia). Con encantos más europeos que su compatriota Dubrovnik, la capital croata es conocida como La pequeña Viena. Su historia se remonta a la Edad Media y su fisonomía se divide en dos partes bien diferenciadas: la Ciudad Alta con sus callejuelas y los palacios modernistas en la Ciudad Baja. El próximo julio, Zagreb acogerá, junto con Rijeka, la tercera edición de los Juegos Europeos Universitarios.