TRADUCTOR

domingo, 6 de diciembre de 2015

EL MAR MUERTO. Una maravilla natural.


Seguramente el Mar Muerto es sin duda alguna uno de los lugares del mundo más atractivos y curiosos que cualquier persona puede llegar a conocer. Los hechos históricos que allí sucedieron, su ubicación y su “originalidad” hacen de este lugar un espacio único. Una excusa perfecta para visitar Jordania y vivirlo en primera persona.
Es el punto más bajo de la tierra y con sus más de 70 kilómetros de largo y 18 de ancho es una de las fronteras naturales entre Jordania e Israel. En noches despejadas, desde el lado jordano, se puede ver Jericó iluminada.
A día de hoy el Mar Muerto se encuentra a 416 metros por debajo del nivel del mar. Por desgracia, el nivel del agua está bajando alrededor de un metro por año, por lo que a este ritmo, habrá desaparecido dentro de unos 40 años más o menos. La razón principal es que las fuentes naturales de agua, que fluyen hacia el sur por el valle del Río Jordán de Siria y el Líbano, han sido desviadas por Israel para la agricultura y el agua potable a lo largo del camino. Debido a esto, han aparecido cientos de sumideros que están devorando la tierra donde la costa estuvo alguna vez. Tal es el punto que las autoridades están teniendo que drenar las playas continuamente. No sé qué medidas se han de tomar (si hay alguna), pero sería una tragedia que este lugar tan enigmático se perdiera.




El principal atractivo del Mar Muerto sigue siendo el poder bañarnos en él sin llegar a hundirnos. Es totalmente imposible. La explicación es, la gran cantidad de sal que contienen sus aguas, un 27 % de densidad, cuando lo normal es que cualquier mar u océano tengan entre un 2 y un 3 %. Muy recomendable no meteros con heridas o picaduras y siempre con gafas para proteger los ojos del agua. El picor puede llegar a ser bastante molesto. Ah, y la boca bien cerrada.
Esta salinidad aumenta con la profundidad y es la culpable de que en sus aguas no exista ningún ser vivo. La cantidad total de sal que hay en este mar se calcula en 40 millones de toneladas.






Propiedades curativas
Sus aguas también son conocidas por sus propiedades curativas. Desde el punto de vista terapéutico, los tratamientos en el Mar Muerto son tremendamente eficaces para combatir desde la psoriasis y la dermatitis hasta la artritis, el reúma, el estrés, la fatiga o algunos tipos de alergias y dolencias musculares, requiriendo entre dos y cuatro semanas de estancia. Algunos, sin embargo, acuden a realizar un programa más corto de relax y belleza, ya que la combinación de su atmósfera tremendamente oxigenada con las propiedades de sus aguas y sus fangos ricos en magnesio, potasio, calcio, bromuro, cloruro sódico y muchas otras sales se convierte en un cóctel de lujo para la piel. Además, la evaporación que provoca su clima tan seco y caluroso filtra los rayos ultravioleta B, permitiendo exponerse al sol con mucho menos riesgo a las quemaduras. No obstante, esto no parece ser motivo suficiente para muchas musulmanas estrictas que, a diferencia de las occidentales y las (también) muchas árabes y jordanas que toman el sol tranquilamente en bikini, se sumergen en el Mar Muerto enfundadas de arriba abajo en los controvertidos burkinis de pantalón largo, camisola y capucha que, sin dejar a la vista el menor atributo, les permiten disfrutar de la playa sin violar sus preceptos religiosos. Una imagen tan curiosa desde que se puso de moda hace unos pocos años, como la consabida foto de rigor que se toman los turistas leyendo el periódico mientras flotan sin esfuerzo sobre sus aguas.









No hay comentarios:

Publicar un comentario