TRADUCTOR

sábado, 30 de mayo de 2015

POMPEYA. La ciudad petrificada


Visitar las ruinas de Pompeya es realizar un viaje al pasado. Y lo es porque la ciudad ha estado congelada, o para ser más exactos petrificada, desde el año 79.  Ese año, tuvo lugar uno de los mayores desastres naturales de la Historia. La erupción del monte Vesubio, un volcán considerado sagrado por los griegos y los romanos, sepultó la ciudad de Pompeya y la vecina Herculano. La que fue la primera gran tragedia natural de nuestra era se convirtió, sin embargo, en el principal yacimiento arqueológico del mundo.
La ciudad se dio por perdida, pero en el año 1748 (tras el descubrimiento de Herculano una década antes) aparecieron los primeros restos de lo que hoy son las ruinas de Pompeya. Tras 200 años de trabajos arqueológicos, hoy se puede contemplar de primera mano cómo era la ciudad en el I d. C., cuando el Imperio Romano estaba en pleno apogeo. Y los detalles que se pueden observar llaman poderosamente la atención: desde el suelo de las casas, utensilios de distintas profesiones hasta las inscripciones de las puertas y de las calles e incluso la expresión de los rostros de los ciudadanos que no pudieron escapar a los efectos de la erupción en el llamado Jardín de los Fugitivos.





Este es uno de los miles de secretos que guarda Pompeya. Se trata de la reconstrucción, a través del yeso, de los restos de los habitantes de la ciudad que quedaron atrapados por los efectos de la erupción del Vesubio. Durante las excavaciones aparecieron huecos en la ceniza en el lugar donde habían perecido y gracias a la idea del arqueólogo italiano Giuseppe Fiorelli de rellenarlos con yeso se han obtenido moldes que reproducen los últimos momentos de varios ciudadanos de Pompeya.  
Además de los pequeños detalles, en la ciudad de Pompeya se pueden ver hoy las grandes construcciones de la época. El Foro es una de ellas. Centro de la vida política y comercial de la ciudad, en este espacio rectangular abierto se pueden admirar la columnata que rodea tres de sus lados. En el cuarto flanco del Foro se encuentra el Templo de Júpiter, que estaba siendo restaurado en el momento de la erupción del Monte Vesubio.




Entre los edificios religiosos que hoy se pueden visitar son el Templo de Apolo, con su columnata corintia formada por seis columnas, una columna jónica de mármol gris y por encima de ésta última un reloj de sol; el Templo de Lares, que estaba en construcción en el momento del desastre natural, y el Templo de Vespasiano, con un altar de mármol esculpido que representaba la escena de un sacrificio. También se conservan ruinas de otros templos y lugares de culto, como Foro Triangular, dedicado a Hércules, el Templo de Isis y el Templo de Venus.
De carácter civil, destacan otra serie de edificios. Entre ello, el Macellum, un gran mercado cubierto en cuyo centro se encontraba una fuente de agua donde se lavaba el pescado. Por su parte, la Basílica era, junto al Foro, uno de los espacios más importantes de la ciudad. Sede de la administración de justicia, contaba con cinco puertas que daban paso a tres naves internas.
La ciudad de Pompeya contaba con varios edificios para espectáculos. El Teatro Grande, que fue construido imitando la forma griega, cuenta con gradas de mármol y un escenario flanqueado por tres puertas clásicas. También destaca el conocido como Teatro Pequeño, que posteriormente se ha identificado como un odeón, destinado a representaciones teatrales y mímicas. Por encima de estos dos destaca el Anfiteatro, que es el más antiguo de los construidos en piedra que se han encontrado hasta nuestros días. Su buena conservación permitió que fuera el escenario elegido por el grupo de rock Pink Floyd para un concierto en el año 1971.





Entre las ruinas de Pompeya también se encuentran distintas termas a través de las que se puede conocer la estructura que tenían estas instalaciones. Por ejemplo, las termas Estabianas estaban divididas en dos secciones, la masculina y la femenina, cada una de ellas formada por una sala de vestir, una sala con piscina de agua fría, una sala templada y una sala con piscina de agua caliente. Ya en aquella época contaba con un sofisticado sistema de calefacción en el que el agua caliente circulaba a través de las paredes y bajo el suelo. Por su parte, las termas del Foro destacan por su decoración y el estado de conservación de la sección masculina.
En la ciudad de Pompeya también se pueden ver distintas instalaciones deportivas y de ocio. Como la Palestra Samnita, que estaba rodeada por un pórtico dórico o la Palestra Grande, en la que se encontraba una amplia piscina con distintas profundidades.
Otros edificios que se pueden contemplar hoy en día son el Lupanar (el más grande de los burdeles que se encontraron en la ciudad), y distintas residencias privadas como la Casa del Fauno, una de las más lujosas de la ciudad; la Casa del Poeta Trágico; o la Villa de las Misterios. Además de la Puerta Marina, una construcción defensiva, que recibe este nombre porque era la puerta que daba al mar.








lunes, 25 de mayo de 2015

EL REGATEO. Cómo y dónde comprar en Marruecos.


Las compras son uno de los grandes atractivos de Marruecos y esto es porque a pesar de que últimamente gracias a los grandes almacenes es posible comprar cualquier cosa proveniente de cualquier parte del mundo, Marruecos cuenta con un gran atractivo y una gran ventaja y es que tiene una rica artesanía local con artículos pintorescos y ricamente decorados, que no estamos acostumbrados a ver en nuestros países de origen o al menos al mismo precio. Gracias a su rica cultura, Marruecos puede presumir de tener una gran variedad de bellas artesanías, piezas excepcionales y únicas, el poder persuasivo de los comerciantes marroquíes, el regateo y la magia de las especias, así como los ricos colores de las bellas piezas hacen inevitable caer en la tentación de comprar. Marruecos es un país con grandes artesanos. No hay que olvidar que gran parte de la economía del país viene de la artesanía. 
Hay multitud de cooperativas de artesanos y es muy común ver pequeñas tiendas y talleres donde se puede apreciar en directo la labor y la pericia de estos artistas.
Muchas veces el mayor encanto de un lugar está en lo más simple o esencial, puedes perderte por zocos repletos de objetos, baratijas, antigüedades y todo tipo de cachivaches durante horas en las que parece que el tiempo se ha detenido. No hace falta tener dinero, ni ir con la idea de comprar algo, el simple hecho de pasear y observar es toda una experiencia para los sentidos que no deberías dejar de experimentar.
Si vas con fuerza y te apetece lanzarte por algún objeto de tu agrado, prepárate por que no va a ser fácil la compra a menos que estés dispuesto a pagar el primer precio que te dé el tendero, que por regla general es bastante superior al que podrías llegar a conseguir con paciencia y con la técnica del regateo.





Cada región tiene sus especialidades:
  • RABAT: bordados y alfombra
  • CASABLANCA: marroquinería y alfombra de Mediouna
  • MEKNES: trabajo de madera y mosaicos
  • FES: alfarería azul de Fès, mesetas en cobre y trabajo en cuero.
  • MARRAKECH: trabajo en cuero (babuchas, maletines, chaquetas, pantalones, abrigos…), especias y alfombras berberiscas.
  • ESSAOUIRA trabajo de madera (tablas, esculturas, mesetas,… en thuya), joyas berberiscas.




Si estás buscando algo en concreto y quieres llevártelo a un buen precio busca los complejos artesanales, que hay en casi todas las ciudades, donde encontraras artesanías a buena calidad y precio.  Para cualquier reclamación relativa a la compra de un objeto artesanal, hay que dirijirse a la Delegación Local del Ministerio de Artesanía. En cuanto a los precios, es muy común que te digan "esto es un regalo" y si es caro, es  porque "está hecho a mano" todo forma parte de un tira y afloja. El turista, también debe jugar su papel deambulando entre las alfombras y telas o cualquier otro objeto que no nos delate nuestra verdadera intención de compra, debe despistar al tendero tocando y sintiendo el tacto del cuero para comprobar si se trata de piel cabra (buena calidad) o de ovejas (calidad inferior) para que el vea que tú sabes lo que estas comprando.
«Un proverbio árabe dice:" Que Dios haga que haya incertidumbre entre el vendedor y el comprador". El regateo viene de las primeras formas de comercio como el trueque, para el cual era necesario encontrar el buen equilibrio entre el valor de las cosas. 
En Marruecos, el regateo se convirtió en una oferta turística en sí, es un atractivo más del país, abasteciendo la reputación de hospitalidad del Marroquí y prolongando la fama de barato que los turistas vienen a buscar en el reino. Aunque por otro lado este tipo de comercio inspira mucha desconfianza sobre todo a aquellos que se han dado cuenta que han pagado en una tienda el triple de lo tres tiendas más adelante.



Consejos para el regateo
  • Dividir el primer precio pedido por el comerciante por dos, o incluso por tres, hasta encontrar un precio justo.
  • No charlar mucho tiempo con el comerciante sin comprar nada.
  • No retractarse después de un acuerdo, esto puede ofender bastante al comerciante.
  • Guardar la sonrisa en todo momento
  • El regateo no es un combate a muerte con el comerciante, debe ser un medio sutil de tejer un vínculo social.
  • Nunca mostrarse muy interesado ni emocionado por un artículo porque vas a pagar mucho más de lo que vale por él.
  • Poner de manifiesto que se conocen un poco los precios.
  • Nunca decir que es mucho más barato respecto a Europa.
  • Si deseas comprar sin regatear, es posible hacerlo, en las cooperativas artesanales, y en almacenes que indican “precios fijos”. Allí generalmente no serás estafado pero tampoco esperes encontrar la ganga del siglo.






martes, 19 de mayo de 2015

PARQUE NACIONAL LANDMANNALAUGAR. Un paisaje con montañas multicolores.


Esta región de Islandia, muy conocida entre los senderistas y los amantes de la fotografía, se sitúa al norte de la cascada de Skogafoss y el pueblecito de Skógar, en las cercanías del volcán Hekla.
El término Landmannalaugar, significa en islandés, “las termas de la gente de la región”, lo que ya nos habla de su agitado subsuelo. El Hekla es uno de los volcanes más activos de Islandia, y sus erupciones a lo largo del siglo XX han sido abundantes. Este estratovolcán alcanza los 1400 metros de altura y es la puerta de entrada a las tierras altas del centro de Islandia.
El macizo de Landmannalaugar, forma parte del Parque Natural de Fjallabak, ocupando más de 470 km2. Es el comienzo del flanco sur de las Tierras Altas de Islandia, la tierra de los volcanes, de los glaciares y de la naturaleza bruta, bella y no modificada. En la orografía abrupta, domina el color rojo, consecuencia de los materiales expulsados a lo largo de las erupciones. Los antiguos cráteres oxidados se mezclan con montes de riolita, (una roca parecida al granito, de color parduzco o gris), valles y campos donde se han acumulado las cenizas volcánicas y finalmente lagos de azul añil profundo.





Se trata para muchos de una de las regiones más espectaculares de Islandia. Quienes han tenido la suerte de verlo desde el aire (es posible alquilar un vuelo en avioneta) hablan de un paisaje que recuerda o que imaginan al del planeta Marte. La complejidad del paisaje se debe a que el tipo de vulcanismo de la región es el llamado vulcanismo ácido. La acidez de la tierra y la roca hace que los colores varíen como hemos dicho del rojo intenso a negro, pasando por el amarillo pálido o el azul. Es muy recomendable la zona del volcán Brennisteinsalda. Muy cerca de la montaña Bláhnjúkur que se caracteriza por sus tonos verdosos y azulados. En toda la zona la erosión del hielo y de los torrentes primaverales crea un tipo de erosión muy característico.
El centro del valle principal (Laugarhraun) lo conforma una colada de lava, balizada en parte, ideal para el senderismo. Junto a ese sendero natural se puede tomar un baño en un río termal a 40 grados. No muy lejos se encuentra el lago de Frostastaðavatn.





Landmannalaugar, ruta de trekking por las tierras altas de Islandia.
La principal ruta para los amantes del trekking y el senderismo es el sendero de Laugavegur, que va de Landmannalaugar hasta Þórsmörk, pasando por Fimmvörðuháls y Skógar, junto a la cascada de Skógafoss. De hecho una de las principales rutas parte de la cascada y tras atravesar el paso entre los glaciares Myrdalsjökill y el explosivo Eyjafjallajökull.
Numerosas empresas y guías organizan excursiones, pero es posible hacerlo por libre. Si la meteorología acompaña las etapas son de unos 13 o 15 Km., con lo que la ruta principal es de unos 80 Km. Y se puede hacer en unos 6 o 7 días. Los senderos están balizados y no requiere una condición física extrema, se trata de una ruta de nivel medio.
En cada campamento base se encuentran cabañas, baños, duchas, literas, cocina y calefacción. Los refugios deben reservarse con antelación ya que la ruta es muy apreciada por los senderistas. La acampada es posible siempre y cuando se no destruya o ensucie el entorno.
Para llegar a la zona se recomienda alquilar un 4×4 ya que las carreteras son de piedra y tierra y hay algunos arroyos que pueden impedir a un turismo atravesarlos. Hay dos maneras, la primera es en 4×4 por el centro de la isla siguiendo la carretera 1 luego la 281 y después la 26, para internarnos en el Parque Natural desde el noroeste y llegar al refugio central.
La segunda opción implica hacer la ruta a píe desde Skógar y la cascada de Skogafoss, es decir desde el sur atravesando el collado entre los glaciares.
Hay que fijarse en la meteorología ya que sobre todo fuera del verano los cambios de tiempo pueden ser bruscos y hacer difícil la acampada.








jueves, 7 de mayo de 2015

LAS ISLAS LOFOTEN. El paraíso perdido.


Las Islas Lofoten es un archipiélago del norte de Noruega, situado por encima del círculo polar ártico. Lo que hace a este lugar especial es que está bajo la influencia de una de las mayores anomalías de temperaturas del mundo, provocada por la Corriente del Golfo. Debido a ello, disfrutan de temperaturas mucho más templadas de lo que corresponde por su localización: unos 9 grados en mayo, 15 en julio y 11 en septiembre, con máximas de 30.
Se trata de un lugar de gran belleza natural, con bonitos fiordos, islotes y montañas, que junto con el hecho de ser bastante desconocido para la mayoría, lo convierten en un destino realmente espectacular para disfrutar de la naturaleza.
Durante el verano dispone de 24 horas de luz al día, ya que el sol no se llega a ponerse del todo, siendo un lugar ideal para practicar la escalada, montañismo, piragua y deportes similares.






Llegar a las islas Lofoten no es especialmente fácil, se encuentran situadas dentro del Círculo Polar Ártico. Este aislamiento, que en cierto modo dificulta un poco el acceso, le da a cambio ese toque exótico que todos buscan para los viajes de aventura o para las vacaciones.
El nombre de las Islas Lofoten, procede del término “Lo”, que significa lince, y no lobo, como muchos creen, mientras que la terminación “foten” significa el pié. Así pues, el pie del Lince es una cadena de islas montañosas que discurren haciendo una barrera natural junto a la costa noruega durante decenas y decenas de kilómetros de longitud, mientras que por momentos, su anchura se estrecha hasta quedar apenas unos pocos metros de tierra. Por otro lado, es un espectáculo digno de ver, como en esa pequeña manga de tierra se alzan montañas que llegan a los 800 e incluso a los 1000 metros de altura y que acaban repentinamente hundiéndose otros cientos de metros de profundidad en el frío océano que baña sus costas, dando lugar en ocasiones a magníficas playas de arena blanca, como la de Ramberg y en otras ocasiones sugiriendo auténticos puzles de tierra y mar, como en la localidad de Reine, considerado por algunos el lugar más bonito de toda Noruega.





Las cimas de granito que parecen los dientes de una gigantesca sierra emergiendo del mar, convierten la orografía de estas islas (Austvagoy, Vestvagoya, Flakstadoya y Moskenesoya, las más importantes) en magnífica. Junto con el archipiélago de Vesteralen, poco más al norte, ambas rivalizan por ofrecer al turista todo un catálogo de delicias árticas: safaris fotográficos de ballenas y cachalotes, submarinismo, pesca, senderismo, cicloturismo y frecuentes excursiones en barco para contemplar un sinfín de orcas en su entorno natural.
Las Islas Lofoten, son por una zona que vive volcada al mar que le rodea y que le da esa vida tan característica que le impregna de una atmósfera propia, un mar muy rico en recursos naturales, como el Arrecife de Røst y una gran diversidad de aves marinas e incluso nutrias y alces.
Merece la pena recorrer sus carreteras, llenas de curvas y recodos, que llevan más allá de las montañas que caen a plomo sobre el mar y permite hacer breves paradas en los pequeños poblados (Ramberg, Henninsgvaer, Reine, Moskenes, A…), cuyas casas, de un rojo intenso, son auténticos palafitos situados unos cuantos metros por encima de la superficie del agua.